De Christopher J. Hicks, Fiscal de Distrito de Washoe County | in English
Aún en estos tiempos de crisis compartida, es importante reconocer que del 19 al 25 de abril, es la Semana Nacional de los Derechos de las Víctimas de la Delincuencia. Una semana que presenta un reto a la nación de enfrentar y eliminar las barreras para todas las víctimas de la delincuencia.
Es momento de reconocer a los grupos que han abogado por los derechos de las víctimas y ganado terreno en toda la nación. Asimismo, es una semana para honrar a todos aquellos que han sobrevivido, o que actualmente están sufriendo la victimización. El lema de este año – Buscar justicia, Asegurar los Derechos de las Víctimas, Inspirar Esperanza – es demasiado importante para ser olvidado, aún mientras enfrentamos esta pandemia mundial. Lo que es más, es la última parte de este lema, “Inspirar Esperanza,” la que me lleva a escribir el día de hoy.
He sido fiscal por casi 18 años. En innumerables ocasiones durante estos años, he tenido el honor de ayudar a víctimas de la delincuencia. Víctimas de todas las edades y de diversas comunidades que se han enfrentado a circunstancias que han alterado sus vidas, quienes han sido gravemente heridas emocional y físicamente, quienes han perdido a seres queridos y quienes sin buscarlo, han sido arrastrados a un sistema inmisericorde, el cual, como muchos saben, inclina la balanza a favor de la persona que los victimizó.
Y a pesar de lo que han sufrido, la cualidad resonante que he respetado profundamente en tantas víctimas, es su capacidad de recuperación. Su habilidad por seguir adelante y enfrentar la adversidad. Como sociedad, debemos de admirar y tratar de aprender de dicha resistencia en
En una ocasión leí que otra forma de valorar esa capacidad de recuperación es mediante la esperanza. Esperanza y fe de que las cosas serán mejores. La esperanza es el combustible que las víctimas de la delincuencia queman mientras tratan de volver a reconstruir sus vidas y sus hogares. La esperanza de justicia, la esperanza de protección, la esperanza de sanar. Su esperanza incita a la movilización y es poderosa. Llena de energía a mi oficina y hace de los hombres y mujeres a los cuales encabezo, a ser mejores por ello.
Pero lo que vemos es más que esperanza, es fuerza. La capacidad de recuperación es también la habilidad de doblarse y no quebrarse. De enfrentar los retos con flexibilidad. De hacer que sus voces sean escuchadas, aun cuando sean pocos los que escuchan, y de poder decir su verdad, aun cuando la experiencia sea dolorosa.
Debido al Covid-19, nuestro mundo, nuestro país y nuestra comunidad enfrentan obstáculos abrumantes. Y al igual que las víctimas de la delincuencia, esto no es por culpa alguna nuestra. Estamos a la merced de esta horrible enfermedad y debemos depender de que aquellos que encabezan los esfuerzos, tomen las medidas correctas y necesarias para superar esta crisis.
El desafío es grande. Mientras que los legisladores consideran medidas drásticas para minimizar el contagio, tales como liberar a algunos presos, no deberán olvidar la capacidad de recuperación ni la fuerza que las víctimas de la delincuencia ya han mostrado ante los delitos cometidos por esos mismos presos. Igualmente no deberán olvidar a las futuras víctimas inocentes que podrán ser presa de aquellos que sean puestos en libertad. Tan solo en el último mes, casi 500 nuevas víctimas han sido añadidas a los casos a cargo de nuestra oficina. La delincuencia continua y la protección a nuestra comunidad no deberá detenerse.
Quizá nuestras propias experiencias, que resulten de la crisis del Covid-19, nos presenten una oportunidad especial de mostrar mayor empatía y apoyo a las víctimas de la delincuencia. De igual importancia, también nos da una oportunidad de aprender de su fuerza e inspirar nuestra esperanza en la conquista de esta pandemia.
Esto fue escrito en tributo a O.R. una menor de edad, víctima de abuso sexual infantil, quien recientemente perdió su batalla en la lucha por sobrevivir los abusos cometidos en su contra. En su trayectoria hacia la justicia, se vio llena de valor, resistencia y esperanza. Christopher J. Hicks es el treintaisieteavo Fiscal de Distrito de Washoe County.
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